miércoles, 14 de noviembre de 2007

Ver para creer

La bruja hizo pasar a su paciente. Ya no recordaba que número sería ella, había atendido muchas personas en el transcurso del tiempo, y de sus vidas.
Llovía afuera, algunas gotas de agua se colaban por entre los espacios que dejaba el heno que cubría el techo de la choza. El búho ululó cuando la nueva visitante entró a la casa.
-"Me huele a otra maga más por aquí..." dijo el búho en voz baja sin que nadie lo escuchase.
La nueva visitante se recostó en la mesa de madera añeja, que habían construido de un árbol especial para que absorviera el exceso de vibraciones durante las sesiones energéticas.
-"Cuéntme que le anda pasando..." preguntó Merlina a su nueva visitante, mientras acomodaba sus piedras y las sacaba de su cofre dorado.
El gato negro se acomodó a los pies de la paciente.
Merlina comenzó a ubicar: Jaspe rojo, hematite, y agatha marrón en la base, subio un poco y colocó en línea recta una hermosa fila de brillantes cornalinas, suaves y translúcidas. En el plexo solar ubicó sus nuevos citrinos grandes y vibrantes, de colores profundos. Cuando llegó al corazón, la chica deslizó:
-"Bueno, más que nada estoy triste por que el chico con el que estaba está con otra chica..."
-"Ajá" murmuró Merlina. Le agregó al corazón además del cuarzo rosa y verde característico, una gran turmalina muy sabia que ya venia trabajando desde hace centurias y una hermosa amatista.
Un poco de agatha de encaje azul, y turquesa en la garganta, lapizlasuli y turmalina rosa en el tercer ojo, y para coronar un semicirculo de transmutación de amatista alrededor de la cabeza.
La bruja comenzó su sesión normalmente hasta que notó cierta aceleración en su ritmo cardíaco. Extrañada, se tocó el pecho una vez más para verificar que todo esté bien.
-"Que extraño. No suele sucederme en estos casos..."
Siguió con la sesión. La incomodidad persistía. Bebió unas gotas de la poción de hierbas florales especialmente diseñada para estos casos. Se aflojó un poco la tensión, más no del todo.
-"Estás nerviosa?" se atrevió a preguntar Merlina a su paciente.
-"Si, no se que me pasa" confesó.
Merlina la bruja notó que la ansiedad que sentía en su cuerpo no le pertencía. Una vez más, estaba viviendo sensaciones ajenas durante una sesión.
-"Abre la boca" le pidió a la mujer recostada.
Así dejó deslizar algunas gotas de la poción casi mágica.
La sesión se hizo más fácil desde ese entonces, hasta llegar al momento que vale la historia.
Merlina posó sus manos sobre la cabeza de Rosaura, y decidió cerrar los ojos para profundizar en su visión. No lo hace seguido, no le gusta ver cosas que no desea ver, pero está vez, creía necesario obtener aún más información.
Atravesó una primer visión, de la cuál se olvidó al ver llegar la segunda: del fondo comenzaron a asomarse unas pequeñas burbujas que se elevaban, casi en tres dimensiones, azules y verdes. Merlina empezó a seguir esas burbujas que la llevaron a una visión del mar, profundo y oscuro, en una noche de los tiempos antiguos. Merlina empezó a ver a Rosaura flotar, ahogándose lentamente. Merlina estaba tan compenetrada en la visión que casi era un pez en ese océano de la visión. Observando atentamente a Rosaura flotar en las profunidades, se detuvo a observar su cara. Cuando Rosaura giró, Merlina volvió a su cuerpo de como un rayo de su viaje por los tiempos y gritó, muy muy fuerte, asustada, separándose de Rosaura y soltando su cabeza.
El choque entre la realidad y la visión la dejó mareada. ¿A donde estaba? ¡Había perdido completamente la noción del tiempo y el espacio!
-" Perdón, perdón" era lo único que pudo atinar a decir.
Merlina se puso a llorar. Logró recuperarse.
Rosaura entendió por que había soñado varias veces en su vida que la ahogaban en una jaula dentro del mar.
La sesión siguió normalmente, hasta finalizar.
Se despidieron también normalmente, aunque sabiendo que lo que allí había pasado, excedía la normalidad de lo que sucedía en las sesiones de ambas brujas amigas.

Merlina se quedó pensando, que a veces, ser bruja joven tiene un precio que hay que pagar.

3 comentarios:

La Celestina dijo...

"creer para ver"

Alan Murray dijo...

Jardinera: de verás esta historia está dedicada a mí?
Si así es, no logro comprender el motivo. Puede que todo el asunto del que hablas (de la brujería) tenga algo que ver con la tolerancia y el agrado que profeso por ti y tus obtusas ideas.

En algún punto encarnas y manifiestas parte de las cosas que desprecio de este sistema. En algún otro me despiertas ternura y algo de gracia.

En cuanto pueda contestaré tus aportes en mi último texto y no tendré problemas en dedicarte el próximo exclusivamente a ti. Lo haré con algo de la clase que me caracteriza. ¿Estás de acuerdo en ello?


Alan Murray

Anónimo dijo...

quiero mas, aunque no me lo merezca.